domingo, 30 de marzo de 2014

Hay que matar a todos esos negros de mierda (literalmente)

 “A estos negros hay que matarlos ya a todos."

Fuerte ¿no? 

En estos últimos días cosas no tan diferentes a esta fueron moneda corriente en los medios de comunicación a raíz de los episodios violentos dados en diferentes puntos del país que consistían en linchamientos masivos a personas acusadas de robo.

En Rosario se dio un caso en particular en dónde la barbarie cruzó todo tipo de límites. David Moreira, un joven de 18 años, era el mayor de tres hermanos, trabajaba como peón de albañil y no tenía antecedentes penales. David Moreira, hijo de Lorena y Alberto fue golpeado salvajemente por los vecinos de Azcuénaga, Rosario, por haberle robado un bolso a una mujer de la zona. Cuando escapaba con su compañero en una moto, esta fue interceptada por una camioneta y, mientras su amigo escapaba, él fue víctima de la furia de los vecinos que lo golpearon hasta dejarlo inconsciente en la calle. Fue desde las 17:00hs hasta las 19:30hs, según relató una vecina, que yació en el suelo casi muerto hasta que lo vinieron a buscar. Luego de cuatro días agonizando en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez con graves traumatismos y pérdida de masa encefálica, finalmente falleció el miércoles pasado.

Por más horripilante que parezca, el caso de David fue el que terminó de la peor manera, pero no fue el único episodio de ese estilo que se dio en estas últimas semanas. Fue el pasado sábado 29 de Marzo cuando en Charcas y Coronel Díaz, luego de que intentara arrebatar la cartera de una mujer, otro joven fue interceptado y mientras el portero de un edificio lo sostenía, la gente se iba turnando para pasar de ser solo espectadores a ser protagonistas de una escena ultra violenta en dónde el objetivo era golpear salvajemente al joven que sangraba sin parar casi inconsciente en la puerta de un edificio. El minuto a minuto del momento fue relatado por un testigo vía twitter (http://www.infobae.com/2014/03/29/1553705-intentaron-linchar-palermo-un-menor-que-robo-una-cartera) que, narrando detalladamente la situación, menciona un momento en el que el esposo de la mujer a la que le habían robado la cartera, luego de haber golpeado furiosamente al chico, se sienta en el cordón y, entre llantos, dice “basta”.

Pero, ¿Basta de qué? ¿Basta de negros de mierda que roban? ¿Es eso lo que hay que pedir? ¿Que no haya más negros en la calle robándole a los “laburantes”? ¿Qué haya más policía para castigar como se debe a estos sectores? Probablemente eso es lo que mucha gente de la clase media, clase alta hoy en día pide. Probablemente esa sea la solución que estos grupos planteen. Lo que definitivamente es, de manera certera y no probable, claro, que estas no son soluciones en lo más mínimo.

El problema de la inseguridad es un debate que ha enfrentado a la izquierda y la derecha desde hace ya varios años, es un asunto para el cual los diferentes sectores proponen opciones que parecen no tener ni los más mínimos efectos. La solución propuesta por el sector de izquierda que implica un cambio rotundo de sistema, más y mejor educación y condiciones de vida iguales, parece ser un sueño a esta altura, y cualquier tipo de propuesta es correspondida con oídos sordos por parte de los grupos de poder. Por otro lado, la presencia de más policías no genera de ninguna forma menos inseguridad, sino que por lo contrario, incrementa la corrupción de las fuerzas de seguridad, el sometimiento de las clases populares, el accionar del narcotráfico y la trata. Casos como el de Luciano Arruga son ejemplos claros del nivel de corrupción asqueroso que se manifiesta hoy en la Policía. Entonces ¿Cuál es la solución? ¿Qué sea la misma clase media la que se encargué de reprimir y asesinar a los “chorros”?

Una frase del relato del testigo del linchamiento en Coronel Díaz fue ¿Qué es lo que nos hace sentir tan huérfanos de Estado que empezamos a actuar como el Estado? Ahora, la pregunta es ¿Asi debería actuar el Estado según estas personas? ¿Masacrando a patadas a un pibe que roba una cartera, probablemente para comer? ¿Eso es lo que exige la sociedad del Estado?

Nos encontramos frente a este tipo de dilemas constantemente, porque para muchos, cuando la policía es violenta en la calle son unos hijos de puta, pero cuando la gente lo hace es porque “se defiende de los negros”. Hemos llegado a un punto en el que este tipo de situaciones no sorprenden, en el que parece normal cagar a palos a un pibe de 18 años hasta matarlo, en el que resulta “vergonzoso” que la policía lo rescate, y no porque sean paladines de la justicia, sino porque no les quede otra.

En estos casos el individualismo que existe, la violencia extrema, el racismo descontrolado se disfraza de ajusticiamiento, de empoderamiento de los laburantes para defender lo que se ganaron trabajando. Parece ridículo y es hasta triste, ver como esta gente pierde hasta la última gota de humanidad en estos episodios, sin remordimiento alguno y llena de resentimiento, contra pibes que no son más que las víctimas más inocentes de un sistema de mierda en el que la opresión y la exclusión parecen no dejarles otra salida real más que robar una cartera para poder sobrevivir una semana más. 

¿Y ahora qué va a pasar con la gente que mató a David? ¿Qué va a pasar con la gente que cagó a palos al pibe en Coronel Díaz? Porque si los negros son los que hacen eso los meten presos hasta quién sabe cuando, si los negros son los que hacen eso hay una ola de inseguridad, si los negros son los que hacen eso convocamos a marcha, si los negros son los que hacen eso son unos monos, pero claro, si lo hacemos nosotros, los de clase media, somos la liga de la justicia. ¿Van a quedar impunes todas esas personas que patearon a David?  ¿Van a ir a su casa a comer con sus hijos como si fueran héroes? Seguramente, porque ellos tienen una vida bien, son civilizados y funcionales al sistema ¿no?

Nadie nunca pensó en la historia de vida de la persona que están desfigurando a patadas, nadie pensó que quizás era un pibe que no comía hace tres días, o que tal vez por más de que comía, lo único que se le enseñó en su casa y le demostró la vida es que robar es la única salida, porque por ser negros de mierda ningún trabajo es suficiente, en ningún lugar más que en sus barrios van a ser considerados seres humanos semejantes. Suena fuerte, quizás también exagerado pero es esa la realidad que estos pibes afrontan, y para ciertos sectores parece no haber otra solución más efectiva que matarlos. La educación, la inclusión, la justicia real parecen ser banderas de pocos en estos días. 

Piden que sus críos se salven,
y no piden más.
Sin interrumpir, sin cortar una cabeza,
aunque por la calle
huela a muerte de la más
salvaje, (y más también).

https://www.youtube.com/watch?v=6HY1wSZLRyI




1 comentario:

  1. Coincido completamente,aunque creo que estos casos fueron en gran parte incitados por los medio de descomunicación masiva, por propia conveniencia, para generar un intensificar el clima social actual, donde la autodenominada "clase media" (media mierda) viene viendo hace más de 10 años que los "negros de mierda" hoy tienen más derechos, que el Estado les da cabida en la vida política del país, donde los sectores populares y las clases medias urbanas han padecido (en parte) el ascenso social.
    Al fin de cuentas la inseguridad de la clase media, de la que se quejan los periodistas de los grandes medios de comunicación, es la inseguridad del burgués y cuando un burgués tiene miedo, tenemos que hacer dos cosas. En un sentido ponernos contentos porque vamos bien, en el otro sentido, responder a la violencia que ejercen, organizando al pueblo, para la futura revolución.

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